El Papa León XIV sorprendió esta mañana al recibir una motocicleta BMW totalmente personalizada, regalo del grupo Motoristas de Cristo, quienes recorrieron Alemania y Austria para entregarla en la Plaza de San Pedro, en Roma. El Pontífice no solo bendijo la unidad, sino que además firmó el tanque, gesto que elevó el valor simbólico de la pieza.
La motocicleta, valuada en 255 mil dólares, será destinada a subasta con un fin benéfico: apoyar a niños en situación vulnerable en África. La noticia rápidamente se volvió tendencia global, generando debates entre fieles, curiosos y amantes del motociclismo, quienes aplaudieron el gesto solidario y poco convencional del líder de la Iglesia católica.
En redes sociales, las imágenes del Papa junto a la BMW se compartieron miles de veces, acompañadas de comentarios que mezclaban sorpresa y admiración: “¡Un Papa motero!”, fue una de las frases que más eco tuvo. El toque inusual de ver al Pontífice firmando una motocicleta reforzó el carácter mediático del momento.
Más allá de la anécdota, la acción refleja un mensaje profundo: transformar un objeto de lujo en esperanza para quienes más lo necesitan. La subasta se perfila como uno de los eventos benéficos más llamativos del año, recordando que la solidaridad también puede llegar sobre ruedas.
